Allá, a lo lejos, pero no tanto, bellísimas melodías; mas cerquita, aquí nomás en realidad, panderetas con lazos de colores amarillo y celeste, ¿te acordás?; flautines y cuerdas frotadas “cantan” tus arrorrós; ¿Vamos mi niña?
“Por favor, de la manito, de la manito siempre; gracias”.